Definitivamente, Mattei no tenia la mano de Joe D'mato a la hora de mezclar erotismo con gore. Aunque estamos ante otro explotador incansable de la época de los 80's en Italia, esta reversión de Caligula no es ni la mejor de todas ni la película del director.
A pesar de que -oh sorpresa!-, encuentro rescatable la intención de brindar a la cinta de una cinematografía que la haga resaltar por encima del -supongo-, austero presupuesto. Unas escenas de peleas que seguramente inspiraron a Ron Howard para hacer Gladiador. Ademas que el director usa un recurso en el montaje (insertos) para maquillar el film.
Esto no es nuevo en el director ni en la industria; De su misma cosecha cinematográfica, Virus, es una mezcla random de muchos documentales mondo para completar los 80 minutos requeridos. Lamentablemente, aquí el truco no es que desentone pero tampoco empalma para una historia demasiado lánguida en el recuerdo de la Caligula de Tinto Brass (ahi van las orgías a la comparsa de la musica; la violacion de la pareja -mujer y hombre-; la filia por los caballos etc.).
Pero, otra vez, esto también forma parte del "hacer cine" del italiano. Y es que la mencionada Virus, para quienes no la han visto, nace con la idea de copiar a El amanecer de los muertos vivientes de Romero. La diferencia sustancial es que la cinta zombi de explotación logra, en sus dificultades, separarse como una cara de la misma moneda. Es el lado "B" del cassette. En cambio esta Caligula y Messalina no se entiende si es copia o si es una softporno de algo que ya de por si lo es. Y si lo es, pues le queda grande la etiqueta para una cinta que esta a años luz de comparación.
Como pocas veces sucede, la explotación de una película deja la sensación de tiempo perdido (y dinero mal gastado para quienes la vieron en su momento) ya que no muestra nada que la Caligula original (que tampoco es que haya sido concebida así desde el principio por el director) no haya puesto en pantalla. O quizás si: el apareamiento de un par de burros.
Finalmente, si bien la parte de Caligula es floja, cuando Messalina toma el control, la película gana algo mas de interés. Lo que no significa que se vuelva buena. Incluso así, una imagina mas atrevimiento, pero la película cae en un runrún de la mujer mas promiscua del imperio romano. Una leyenda que, creo, esta película no representa. Al menos no del todo.