La Carnada (1999) de Marianne Eyde se aleja del contexto político y/o social de directores contemporáneos como Lombardi para realizar una película de personajes.
Es, en resumen, una cinta que pretende aprovechar el recurso natural y el de su gente antes que cualquier artificio de una producción pretensiosa y/o comercial, en su defecto.
Al igual que lo hiciera con trabajos posteriores y anteriores, en La Carnada, Marianne Eyde nos habla de "algo" (la pesca) y lo que está relacionado (los pescadores). Pero no profundiza en el sistema, ni para bien ni para mal. Por lo tanto, es una película carente de crítica. Lo que no está mal.
Lamentablemente, el cruce entre los planos surrealistas y las relaciones (tóxicas) realistas de ese pequeño universo de personajes formado por los cuatro protagonistas, es irregular.
Vemos al marido saco largo, a la mujer reprimida, la seductora jovencita encarnada en Mónica Sánchez (con desnudo incluido), el muchacho que quiere progresar y dejar de ser un simple pescador para trabajar en una bolichera.
Personajes dibujados para llenar la pantalla en un guion casi telenovelero. Incluso queda a percepción del espectador que tanto respeto se tienen estos personajes o si es más cuestión de costumbre que de amor. Mama Rosa es infiel, pero se pone celosa. Mientras que a Maria le entran los calores y no tiene problemas en que Hilario se los apague. Dejando la moralidad de la cinta al personaje interpretado por Ana Cecilia Natteri (la vieja de machin en las Asu Mare).
Acompañan a Mónica Sánchez, Orlando Felices como Juan, quien hizo debut y despedida actuando en esta película. Gabriela Velasquez como Mama Rosa y Miguel Medina como Hilario.
Por lo menos está bien lograda la caracterización de los personajes como pescadores, el ambiente donde se desplazan es atractivo y poco visto en el cine nacional; y la música acompaña lo mejor que puede. Repito, los planos surrealistas quedan limitados por el presupuesto y hasta innecesarios, como esa salida de una mujer del mar que nunca entendí. Pero esas últimas escenas donde los actores cruzan el río acompañados de gente real, le da un "toque" especial a la cinta.
Quedando una historia que se autoconcluye sin ningún tipo de mensaje claro al más puro estilo del cine autoral.
Y es que es eso, cine de autor. Hecha mas para el festival...
La película comienza con un aborto y termina con un nacimiento. Y el canto de los niños en el mar sobre una mujer que ha perdido cuatro hijos.