Si Quiero saber se me hizo una película con alguna intención rescatable, Jugo de tamarindo es un desastre de intenciones. A pesar de eso, te cuento que ya está disponible para cualquiera que la ande buscando como desesperadito por el internet (si que los hay); se encuentra para todo el disfrute de sus noventa minutos de metraje en la plataforma de streaming de Movistar.
Sobre el buen Julio Andrade -un mártir de la causa a todas luces-, Jugo de tamarindo, debe ser, ese éxito que todo artista desea; pero hay algo mas allá de la simple canción o de la letra (sugerente), esa suerte de melodía que mezcla varios géneros tropicales, nadie puede pensar en la canción si antes imaginar en su consciente la figura de Karen Dejo bailando sobre un tubo con lencería blanca.
Ironías de la vida, el video clip de la canción, goza de mejores atributos técnicos que toda su versión filimica. Y es que claro, aquí creo que Julio solo metió letra y no se puso a dirigir.
Cuando escribí mi opinión de Quiero saber en este blog, había hecho énfasis en lo desafortunada de las películas de Andrade a nivel de promoción. Y es que si no hay carteles ni comerciales en la tv, corres la misma suerte del cine independiente: a las justas la ve el reparto y sus familiares. Con Jugo de tamarindo -una película independiente con el perdón de los intelectuales-, pasó lo mismo. Pero no debió serlo así; algo falló en el camino como para que salga de las salas a la semana y no de tiempo ni a los piratas del hueco para que la copien. ¡¿Que falló?!
Pues la respuesta es mas simple de lo que parece: no era necesaria. Pero no culpemos a Julio Andrade, ya que es de esas películas que tienen que hacerse y, algún día, verse, para darnos cuenta que nunca debió existir. Por la sencilla razón que toda la película es el videoclip y todo el guion, es la letra de la canción. Pero la película no tuvo los problemas de censura con la MTV. Y Karen Dejo, una diosa de los diarios chichas y los programas de television "cómicos", no tiene porque esforzarse en demostrarnos que es actriz ni hacer alguna escena "hot" en algún jacuzzi de tu casa que usaste como set de rodaje. Mas fantasía generan los bailes en contraluces del videoclip que todo los intentos de sexploitation (desnudos) de la película juntos.
La verdadera recompensa de Julio Andrade. Si no la tuvo en el videoclip, aquí se ganó con Karencita Dejo |
No hay nada que quede grabado en la retina del espectador. Con un desarrollo lineal. Es la tipica película peruana de estos tiempos en lo que tiras de rostros caseros de la tv; actores desaparecidos y que flaco favor te hacen (Gerardo Zamora); localizaciones que, seguro, el dueño es tu yunta y le pediste el favorcito. Al igual que su anterior pelicula, ponen una subtrama donde Laura Borlini se convierte en una mujer asesina en una de las actuaciones para el recuerdo por la memorable frase de "Maldito, ¡así los quería agarrar!... bum!!!". Y, por ultimo, una sinverguenzada por parte, de Julio Andrade que lleva un chip de que si no pudo ser una estrella de la música en la vida real, si lo puede ser en la ficción.
La Borlini es todo un descubrimiento y una asesina en potencia... con justa razones. |
Llevar la historia de una manera tan ambiciosa, convirtiendo la ficción en metaficcion solo lo puede hacer algunos afortunados. Julio Andrade no pertenece a ese grupo. Pero al igual que tuvo su desquite en Quiero saber con algún par de escenas con Marissa Minetti; aquí el buen Julio hace lo respectivo con Leslie Stewart, Karen Dejo y un par mas de chicas NN. Te la llevas fácil, otra vez.